El sacrificio de la Misa es sustancialmente el mismo de la Cruz, en cuanto el mismo Jesucristo que se ofreció en la Cruz es el que se ofrece por manos de los sacerdotes, sus ministros, sobre nuestros altares; mas, cuanto al modo con que se ofrece, el sacrificio de la Misa difiere del sacrificio de la Cruz, si bien guarda con éste la más íntima relación.
Catecismo Mayor de San Pio X; punto 656
Es la Santa Misa el verdadero y único Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo ofrecido en la Cruz, que se actualiza diariamente sobre nuestros altares. Es por ello, que cada uno de nosotros debemos ir a este Sacrificio con el corazón y el alma dispuestos para alcanzar las gracias que nos son necesarias para nuestra santificación diaria.
En el mundo actual en el que vivimos se niega todo sacrificio, la Misa ya no es vista como esa actualización única y constantes del Único y Verdadero Sacrificio ofrecido en el Ara de la Cruz para nuestra salvación. Se prefiere el show, lo mediático, al silencio y la plegaria del corazón.
Es por eso que está en nosotros poder cambiar esta triste realidad, esta en nosotros sacerdotes dar el verdadero culto agradable a Dios, y dando ese culto poder llevar la santificación de las almas.
Dejar de lado nuestro "yo" para que verdaderamente viva EL. El pueblo no nos necesita a nosotros, no quiere que nosotros seamos "dios", el pueblo fiel necesita de Dios, de su Palabra, del Único y Verdadero Sacrificio celebrado con dignidad para Gloria y Alabanza de su majestad.
Dios te bendiga.
Hno Felipe de Jesús dj
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