viernes, 20 de abril de 2012

Tiempos de confusión... Tiempos de Vivir la Fe

En este tiempo Pascual donde la Iglesia y sus hijos diseminados por todo el mundo, celebramos la Triunfante Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo; debería ser el tiempo del gozo, de la alegría verdadera de sabernos Salvados, de saber que Dios nos rescata de la muerte y de la oscuridad. Alegría que debemos reflejar en nuestros rostros, pero sobretodo en nuestro modo de vivir.
Vivimos en una sociedad llena de ruidos, de placeres vanos, de escándalos, de confusión; y es en medio de esa sociedad donde la Iglesia debe dar Testimonio de la Verdad; pero ¿como dar Testimonio de la Verdad, si muchas veces la gente que esta dentro de la Iglesia, los que deberían ser los forjadores de la UNIDAD no trabajan por la Verdad y la Unidad?, ¿como caminar en este mundo moderno cuando desde dentro de la Iglesia suenan diferentes voces de confusión que niegan la verdad?
Somos testigos de la confusión reinante, donde muchos quieren hacer de la Iglesia un circo; donde el sacerdote es el payaso principal. Somos testigos de la confusión de la verdad. 



Se confunde muy a menudo; alegría con comparsa; alegría con falta de piedad y respeto por lo que tenemos que verdaderamente vivir y celebrar. Los sacramentos muchas veces son mal celebrados, mal vividos; de uno y otro lado, del presbiterio y de la nave...
Se exige y se quiere tapar mandamientos, normas, reglas y leyes para quedar bien con el mundo, queriendo ser del mundo. Y en todo este paisaje parece que nuestra Iglesia esta destinada a la ruina y a la destrucción total.




 Nuestros Altares fueron derribados, para estar "más al tono" con el mundo; cambiamos el Altar por la mesa; cambiamos el Sacrificio por una simple "cena". Cambiamos, y cambiamos.....
Pero aun en medio de estos cambios todavía hay una esperanza, todo no esta perdido, todo no esta destruido, porque todavía hay Fe; y mientras halla fe hay esperanza.
Es por eso que creo que la hora a llegado, de ser fiel a la Verdad. De escuchar la voz de nuestro Santo Padre Benedicto XVI, y responder en él a Cristo que quiere verdaderamente restaurar su Iglesia.
La Fe debe y tiene que ser vivida como corresponde; los sacramentos de la Iglesia, tienen y deben ser celebrados como corresponde; la vida cristiana debe ser vivida con coherencia y firmeza. Es por eso que la Hora a llegado y es la Hora de responder a Dios desde la Verdad, desde la Justicia, desde la Esperanza, pero sobretodo desde la FE. Recurrir a los Sacramentos, sobretodo a la Confesión y la Sagrada Comunión, que serán las armas eficaces para vencer el mal reinante.
Bien lo decía, el santo estigmatizado más perseguido en la historia de la Iglesia, San Pio de Pietrecilna: "En estos tiempos tan tristes de fe muerta, en los que triunfa la impiedad, el medio más seguro para mantenerse libres del terrible mal que nos rodea, es el de fortalecerse con este alimento Eucaristico. Algo que no lo podrá conseguir aquel que vive meses y meses sin saciarse de la Carne Inmaculada del Cordero Divino."
Vallamos pues al encuentro del Cordero Inmaculado.

Hno Felipe de Jesús dj



sábado, 7 de abril de 2012