En los tiempos en que vivimos, muchos son los cristianos que carecen de una formación adecuada a la hora de poder participar de la Santa Misa o cualquier otra acción sagrada ya sea Adoración Eucarística, Rosario, Novenas, etc, en muchas parroquias que durante mucho tiempo se consideraron como "avanzadas" en materia litúrgica, vemos el real empobrecimiento de la misma, y atrás muy atrás quedan aquellas palabras que el Concilio Vaticano II dejo por escrito la constitución Sacrosanctum Concilium sobre la Sagrada Liturgia en el numero 14: "La santa madre Iglesia desea ardientemente que se lleve a los fieles a aquella participación plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas que exige la naturaleza de la liturgia misma y a la cual tiene derecho y obligación en virtud del bautismo, el pueblo cristiano", palabras y documentos que solo quedaron en eso en meras palabras escritas sobre un papel.
Mucho se habló y se habla, mucho se hace "bandera" de una "causa justa": La Participación del Pueblo en la Santa Misa.
Cosa que estoy de acuerdo, pero ¿hasta que punto esta participación activa debe existir? ¿hasta que punto?, días atrás antes de comenzar la celebración de la Misa dominical, estaba buscando los lectores para la misma, entre los primero que llegan a tiempo (5 minutos antes), me acerco a un feligrés y le digo podría leer la lectura y el salmo? como respuesta me da un si, porque le agrada participar ya que el sacerdote no tiene porque hacerlo todo. Revisa la lectura y cuando llega al salmo, exclama: ¡Tan largo!!!, no lo podríamos cortar? se podría leer solo la primer y la ultima estrofa y la antífona solo al principio, mire que todavía hay que leer la segunda....
Mi cara de asombro es más que de asombro, acaso podemos cortar, recortar y quitar aquello que nos nos agrada o que nos parece largo? Si la Santa Misa es la Acción Sagrada que se ofrece por Jesucristo al Padre, la podemos recortar? podemos dejar pasar por alto la Palabra de Vida que la Iglesia como Madre y Maestra nos ofrece como alimento de vida?, pues la respuesta es no, y un NO bien grande, porque la Santa Misa es el Sacrificio Perfecto y agradable a Dios Padre.
Por lo tanto la Misa no se recorta, ni se agrega, porque la misma es un "Tesoro" que debe ser resguardo y cuidado, y es deber nuestro, por lo tanto de "La Iglesia procura (procurar) que los cristianos no asistan a ese misterio de fe (la Eucaristía), como extraños y mudos espectadores, sino que, comprendiéndolo bien a través de los ritos y oraciones, participen consciente, piadosa y activamente en la acción sagrada, sean instruidos con la Palabra de Dios, se fortalezcan en la mesa del Señor, den gracias a Dios, aprendan a ofrecerse a sí mismos al ofrecer la Hostia inmaculada no sólo por manos del sacerdote, sino juntamente con él" (SC 48).
Sin duda alguna la tarea es larga, muy larga, pero estoy convencido que vale la pena, porque hay un tesoro que nos fue arrebatado, ocultado, rebanado y afeado, al cual debemos devolverle la sencillez y dignidad que se merece, porque es Dios quien es alabado.
P. Felipe de Jesús dj
No hay comentarios:
Publicar un comentario