Mientras nuestro hemisferio sur comienza a vivir su primavera-verano, el hemisferio norte vive su otoño-invierno, dos realidades en un mismo mundo; dos realidades que están presentes en nuestras pobres vidas.
Sobre nuestras almas muchas veces vivimos en un verano-invierno o en una primavera-otoño; la lucha pecado-gracia tienen como escenario nuestra alma y entran en juego todas sus potencias.
La lucha esta dada, más la palma de la victoria espera para ser tomadas en nuestras manos. Y purificadas nuestras túnicas en la Sangre del Cordero (después de la Gran Tribulación), la palma de la victoria espera ser tomada, y junto con ella conquistada nuestra Patria definitiva.
Vivimos como eternos peregrinos, como caminantes hacia la Patria definitiva... vivimos como luchadores constantes para ganar el premio prometido...
Tomemos las armas, presentemos batalla. Tomemos el rosario, los sacramentos, la oración y conquistemos el Reino prometido aunque a nuestro alrededor todo este frío...
Hno. Felipe de Jesús dj
me encantó, padre! un abrazo. El Señor lo bendice!
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